Twitter en la Empresa 2.0

El otro día, Joseba de la Universidad de Deusto/Emergiatech, me llamó la atención sobre un nuevo fenómeno: Twitter. El mecanismo es tan simple como onanista, que todos tus conocidos sepan lo que estás haciendo en todo momento. Es como un Gran Hermano virtual, pero sin cámaras (y además, permite mentir con total bellaquería!!!)

Twitter: Me estoy tirando a [inserte aquí a su musa particular]. Además, permite incluir tus acciones desde la Web, tu IM favorito (yo lo hago desde GTalk), o desde el móvil (que tiene delito gastarse un SMS pa eso...)

La gracia del invento es que hay personas que por su interés, por lo que dicen, o por lo que sea, tienen al resto de los mortales pendiente de sus actos. Y en Twitter esto es literalmente llevado al extremo. Permite que la gente se apunte, como si tú fueras un RSS andante a las cosas que haces, qué lees, qué escuchas, qué escribes, en qué ocupas el tiempo liiiiiiiiiibre...

Otra cosilla más del movimiento Web 2.0. La comunidad comparte cotilleos y cosas serias en mensajes de 90 caracteres.


Ahora bien:

Qué ocurre cuando todos los mensajes son enviados por una comunidad de usuarios que comparten el trabajar en la misma empresa? Todos conocemos los grandísimos problemas de gestión del conocimiento que hay en las empresas y por qué no funcionan las soluciones clásicas de: compartir el conocimiento, reutilizar, ser más productivos. Porque la gente está muy ocupado haciendo su trabajo para encima ir por ahí compartiendo, ala!, como si fueran cestillas de ricos emparedados.

La única manera factible que veo de que funcione la Gestión del conocimiento es que ésta se realice de manera automática, sin apenas intervención del usuario y de manera informal/formal.

Informal, porque todo el mundo puede decir en bocaditos de 90 caracteres qué está haciendo y será el sistema que se monte (tecnología semántica + Procesado Lenguaje Natural) el que se encargue de catalogar, clasificar, redirigir, sugerir el contenido al resto de los usuarios, mediante técnicas de representación formal, Ontologías. Si hay dos empleados que escriben que están haciendo "algo" sobre "Web 2.0" y al sistema no le consta que se conozcan profesionalmente (no hay proyectos conjuntos, no hay reuniones conjuntas, no hay ¿vida social? conjunta), entonces a cada uno de ellos les enviará un mensaje: "Oye, sabes que Mr Habitaquo también habla de Web 2.0 ?".

Las ventajas están ahí, y la tecnología..., también. Sólo hay que convencer a las empresas de que a la gente le encanta perder el tiempo (hay un video por ahí que dice que en 2003 se desperdiciaron 9,8 billones de horas en todo el mundo, jugando al solitario en el PC) y que deberían enfadarse menos y aprovecharse más de ello.